¡Qué lata nos dan las tildes! Pero tranquilos, que ya casi las tenemos dominadas. Vamos ahora a por las tildes diacríticas...
La tilde diacrítica es la que permite distinguir palabras que se escriben igual. Hay una serie de palabras monosílabas que se acentúan por este motivo:
1. Tú (pronombre personal), frente a tu (adjetivo posesivo): «Tú tienes muy claro cómo planear tu futuro».
2. Él (pronombre personal), frente a el (artículo): «Él siempre elige el camino más corto».
3. Mí (pronombre personal), frente a mi (adjetivo posesivo): «Para mí es importante que te acuerdes de que es mi cumpleaños». Tampoco lleva tilde la nota musical mi.
4. Sí (pronombre personal y adverbio de afirmación), frente a si (conjunción o nota musical): «Sí, el otro día se me olvidó comprobar si había apagado la televisión».
5. Té (sustantivo ‘infusión’), frente a te (pronombre o letra te): «Por lo que veo, el té rojo es el que más te gusta».
6. Dé (forma del verbo dar), frente a de (preposición): «Me encanta que mi hijo me dé besos de esquimal».
7. Sé (forma del verbo ser o saber), frente a se (pronombre, indicador de impersonalidad o de marca refleja): «Sé muy bien que no se rinde a la primera de cambio».
8. Más (cantidad), frente a mas (conjunción adversativa equivalente a pero): «Hoy he trabajado más horas, mas me siento con energía».
Por otra parte, también se aplica esta tilde diacrítica a unas cuantas palabras polisílabas, como los interrogativos y exclamativos cómo, cuándo, cuánto y (a)dónde. También llevan tilde los interrogativos y exclamativos qué, cuál y quién, que son monosílabos.
Debéis tener en cuenta que los demostrativos este, ese y aquel no llevan tilde nunca, sean determinantes o pronombres, pero como esta norma es bastante reciente (2010) es fácil que os encontréis textos donde aparezcan acentuados. Lo mismo sucede con la palabra solo. Antes se acentuaba cuando era un adverbio equivalente a solamente, pero hoy se recomienda escribirlo siempre sin tilde, y esta solo se considera aceptable (no recomendable) en casos de ambigüedad.
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